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Andina Link Centroamérica: ‘Pensar global, producir local’

02-09-2014
Con la regulación y la producción de contenidos con recursos escasos como temas principales, inició el martes el foro de negocios FICA en la apertura de Andina Link Centroamérica 2014, que se desarrolla hasta el jueves 4 en el Hotel Barcelo San José Palacio de la capital de Costa Rica.

Como todos los años, la organización de TDC Events liderada por Luz Marina Arango, convoca a los operadores de cable la región para actualizarlos en materia de convergencia y telecomunicaciones buscando siempre generar valor y posicionarse en el nuevo entorno, donde la regulación estatal ha entrado en discusión y los jugadores globales ganan terreno, incluso montados en las redes sobre las que invierten los operadores.

La primera jornada, dedicada exclusivamente a las conferencias, inició con el panel sobre políticas públicas de protección de las industrias de contenido nacionales en Costa Rica, guiado por el académico Gabriel Levy. Participaron Allan Ruiz Madrigal, vice ministro del MICIT (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones); Saray Amador, presidenta de la Canartel (Cámara de Radio y TV); y Germán Vargas Cordero, presidente ejecutivo de Sinart, el sistema de radio y TV públicas.

Allan Ruiz se refirió a los desafíos regulatorios en los ecosistemas digitales convergentes, sobre todo teniendo en cuenta el “apagón analógico” y la transición de tecnologías. Ratificó el 2017 como fecha prevista para el cese de las transmisiones analógicas, aunque dejó abierto el terreno para ‘postergar la fecha si es necesario’, en caso de que la penetración de la TV digital sea poco representativa.

‘Iniciamos ya la transición con convivencia de ambas transmisiones y monitoreamos la adopción de la TV digital. Cuando veamos que la penetración es lo suficientemente alta, impulsaremos un plan de solidaridad para llegar a las personas con menores ingresos. Si es necesario, se postergará la fecha’.

En este sentido, remarcó que el país es pequeño y con buena llegada de la TV analógica en una población que ‘es consumista’, por lo que el recambio tecnológico suele ser buscado por ellos mismos. ‘Para la financiación, si lo requerimos buscaremos ayuda a las asociaciones internacionales, como otros países han hecho’.

Luego, fue el turno de Saray Amador, quien representa a la Canartel y a la cadena nacional de televisión cristiana, Telefides, con la que llevó adelante el interesante proyecto de transmitir un evento religioso local a más de 400 millones de personas en todo el mundo. Lo hizo en asociación con la señal EWTN, y el apoyo de la TV pública, Canal 13 y Canal 7. ‘Con la llegada global de EWTN y la tecnología de las televisoras públicas, que nos prestaron los móviles y sistemas para la producción en HD, llevamos tres horas en vivo de la celebración de la Virgen de los Ángeles, patrona de nuestro país, a toda América, España y las Islas Canarias’.

Dijo sobre la creación de contenidos nacionales, que en Costa Rica ‘no logramos que el gobierno apoye los contenidos digitales, sino que sólo contemplan lo técnico, legal y económico’. Agregó, que el encendido digital traerá una gran fragmentación de audiencias, lo que hará reducir el margen de utilidad de los contenidos. ‘El presupuesto es escaso y la audiencia tiene cada vez más exigencias, incluso con interactividad. Pero para producir hay que dejar de lado ideas muy pretenciosas y costosas, no hay que engañar a las audiencias’.

Para esto, mencionó ciertas estrategias utilizadas como los programas generalistas, que apelan a los contenidos más populares y mezclados para llenar las 24 horas de contenido, y los programas temáticos, que pueden ser formatos repetitivos, que achican mucho los costos. Pero sobre todo, enfatizó la importancia de las ‘ideas oportunas y actuales, contar con gente conocedora, que pueda ayudar a negociar y aliados estratégicos para obtener el apoyo económico’.

Germán Vargas, de Sinart, se refirió también a los contenidos, destacando que son ellos los que le dan identidad a un medio. Habló de las televisoras públicas, para lo que contó: ‘Hasta el 2003, el Estado financiaba el 100% del canal, lo que creaba gran burocracia y dependencia que terminaron en una crisis institucional, al igual que pasó en otras partes del mundo’.

Siguiendo a los modelos como el de la BBC, se convirtió a una sociedad anónima de servicio público, donde la dirección es independiente del poder político, el financiamiento es eficaz porque hay que conseguir los medios de otras fuentes, la programación debe ser variada y diferente a los canales comerciales. Además, se le exige que lidere el recambio tecnológico, y en este caso la digitalización.

La mañana culminó con la charla de Gabriel Levy, quien repasó los paradigmas en los que se fueron apoyando las sociedades en su evolución, para llegar a la actualidad con la Sociedad de la Información, donde ‘el más flexible domina al más rígido’. En este contexto, las empresas deben entender que en sólo cinco años cambió el negocio, con el protagonismo de Internet, las redes sociales, la tecnología móvil, que llevaron a suprimir todo tipo de límites y fronteras.

En este contexto, se replantea el rol del Estado, que no logra definir cuál es la mejor manera de proteger la industria local o establecer reglas del juego claras. Habló de los modelos actuales que se rigen en el mundo, como la neutralidad que emplea Estados Unidos, la autorregulación de los países europeos, o las naciones que ‘desconocen la sociedad de la información y quieren regular todo’. Si bien todos tienen sus conflictos, Levy señaló este último, empleado en países como Argentina o Venezuela, como el modelo más desacertado.

Por último, y en referencia a la protección de contenidos, dijo que ‘para proteger a la industria local, hay que pensar global y producir local’. Coincidió con Saray Amador en que se puede generar contenido de calidad a partir de buenas ideas y el buen uso de los recursos, pero que para eso es fundamental pensar que desde lo concreto y más pequeño, se puede hoy en día, llegar a cualquier lugar del mundo.

Concluyó: ‘El público no ve televisión para educarse, sino para entretenerse. Hay que lograr transmitir el conocimiento sin hacerlo explícito, sin que se den cuenta’.

 

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