El Apple Watch atrae la atención de los expertos

El análisis se complica porque Apple está ingresando en un negocio que tiene tanto componentes de moda —el Apple Watch compite contra los relojes suizos, y también los de cuarzo— como en la comunicación: requiere del iPhone 6 para funcionar pero a la vez hace que el usuario no necesite manipular el smartphone para comunicarse, lo cual justifica el creciente tamaño (y la dificultad para manejarlo con una sola mano) del modelo 6 de iPhone con respecto a los anteriores.

Una pregunta que se hacen los expertos es si los actuales poseedores de relojes de alta gama —Rolex y otras marcas de prestigio— aceptarán cambiar sus actuales aparatos por un Apple Watch. Un factor a considerar es que los relojes “de marca” están hechos para durar décadas y hasta toda la vida, en tanto se pronostica que el nuevo Apple Watch será obsoleto en cinco años.

La otra pregunta es: Esencialmente, ¿Cuánta gente querrá llevar equipos de computación sujetos al cuerpo (“wearables”)?  Si bien es cierto que los joggers pueden utilizar el reloj para medir sus pulsos cardíacos, también es cierto que —al menos por ahora— para que el Apple Watch funcione, necesita del iPhone cerca. En una prueba atlética, aunque sea a solas, permanecer ‘conectado’ es un limitante.

La respuesta a algunas de estas preguntas podrá conocerse a partir de la puesta a la venta del Apple Watch. Por ahora, es un nuevo desafío de la compañía fundada por Steve Jobs y Wozniak.