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Brasil: Ancine analiza imponer cuota de contenido nacional a plataformas OTT

29-01-2015
La Agência Nacional do Cinema (Ancine) de Brasil analiza imponer a los servicios OTT bajo demanda cuotas de programación nacional, de manera similar a las que la Ley SeAC, vigente desde 2012, impuso a la TV paga.

De acuerdo a información publicada por el diario Folha en base a declaraciones de funcionarios de Ancine, la entidad prepara un reglamento que, una vez sancionado, obligará a ‘los servicios de VOD, como Netflix, HBO Go y Fox Play, a respetar reglas similares a las de la TV paga en lo que se refiere a cuotas de contenido nacional’.

Uno de las posibilidades que se está estudiando, es fijar en 30% el porcentaje de programación nacional e independiente que deberán ofrecer las plataformas OTT a sus usuarios en el país.

Luego de la irrupción de las plataformas OTT, que atraviesan transversalmente las industrias de la TV y de internet, en varios mercados comenzó a discutirse la alternativa de generar una regulación específica que regule su funcionamiento, al no quedar alcanzadas por las normas que deben seguir las empresas de TV (abierta o paga) ni los proveedores de servicios de internet.

Si bien la iniciativa de Ancine parece ser la primera en la región para introducir cuotas de producción nacional a los servicios VOD por streaming, en muchos mercados se discute la manera aplicarles el régimen impositivo local.

Como toda actividad comercial gravada por tributos, la pregunta que se plantea en general es cómo exigirle un canon a los OTT por los ingresos que reciben de los suscriptores de cada uno de los países de la región, cuando no tienen filiales establecidas en sus territorios, ya que mediante una transacción directa con la empresa en su país de origen (casi todas ubicadas en Estados Unidos, donde sí rinden cuentas al fisco), los cargos cada abonado los cancela a través una tarjeta de crédito internacional.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, distrito federal de Argentina, impuso un régimen de retención tributaria, conocido como "impuesto Netflix", a las plataformas online que comercializan sus servicios en la ciudad pero que no tributan por estar radicadas en el extranjero. El tributo será controlado (y cobrado) a través de las transacciones internacionales que registren las tarjetas entre usuarios y las compañías a partir de febrero.

 

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