Telecomunicaciones

Estados Unidos: FCC declara a internet como servicio público

26-02-2015
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos, en una resolución considerada histórica, aprobó clasificar el acceso a internet como un servicio público, lo que prohíbe acuerdos de exclusividad entre operadores y proveedores de contenido.

Aceptando la recomendación del presidente Barack Obama, y que el titular de la FCC Tom Wheeler había hecho suya en enero, clasificar a internet de esta manera otorga a la Comisión la facultad de prohibir que los operadores de redes firmen contratos con productores de contenidos para darles prioridad en el transporte de sus datos, a cambio de un pago.

Y de la misma manera, los operadores no podrían bloquear o demorar el envío de datos por parte del resto de los usuarios, a menos que estos contenidos sean ilegales o violen disposiciones existentes.

A través de la modificación del denominado Title II de la carta orgánica de la FCC, donde se ‘adecuarían’ las disposiciones a la realidad del mercado "actualizándolas", la resolución cambia la definición de internet adoptada en 2014 por el ente regulador, donde el concepto de “neutralidad de la red” iba a ser reemplazado por la aceptación de acuerdos “razonables” entre redes y productores de contenidos.

A partir de ahora, la FCC prohíbe a los operadores y a los ISPs priorizar el tráfico a través de las llamadas vías rápidas, lo que en la práctica permitía dar un acceso más rápido a las empresas o usuarios que paguen más.

Sin embargo, la definición de neutralidad de red decidida por la FCC no incluye la clasificación de internet como servicio universal, por lo que los proveedores podrán seguir estableciendo los precios de sus productos, ya que no estarán obligados a asegurar el acceso a todos los ciudadanos.

A partir de esta decisión, se espera que operadores de redes de telecomunicaciones y de cable, como AT&T, Verizon y Comcast, inicien una larga batalla judicial, ya que alegan que los grandes productores de contenidos (como Netflix, YouTube, Hulu y otros) utilizan gratuitamente las redes pero obligan a sus operadores a invertir fuertemente en ellas para mantener una velocidad de acceso razonable para el conjunto de todos los usuarios.

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