Televisión

Colombia: Saúl Kattan deja la presidencia de ETB

14-01-2016
La Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) anunció que Jorge Castellanos asumirá la presidencia de la compañía, en reemplazo de Saúl Kattan, quien tras presentar su renuncia en diciembre, dejará el cargo el 15 de enero.

La renuncia de Kattan se dio en el contexto del cambio de gobierno de Bogotá, donde Enrique Peñalosa, alcalde electo, había propuesto a Castellanos, ex presidente de Bancafé y Fogafín, para ocupar el cargo.

En diálogo con El Tiempo, Saúl Kattan se refirió a su gestión recordando que cuando asumió el cargo, la empresa estaba ‘deteriorada’, luego de siete años de caída de sus ingresos y recortes del gasto para mantener su balance. ‘En octubre del 2012 presentamos el plan estratégico, recibido con total escepticismo a todo nivel dentro de la empresa, pero que cuatro años después nos ha permitido crecer en ingresos, invertir en tecnología y poner a la ETB a competir de tú a tú con las multinacionales’, afirmó. 

Sobre los logros de su administración, dijo: ‘Invertimos más de 2 billones de pesos. Creamos una red de fibra que llega a 1,3 millones de hogares; con 120.000 clientes, con servicio de 150 MB de velocidad, único en el país; pasamos de 5.000 a 60.000 clientes de televisión digital interactiva, con grabación de video 24 horas y, en un año, pasamos de no ser nadie en telefonía móvil a tener 400.000 usuarios de 4G, con un mix de clientes muy alto de pospago, superior a la tendencia del mercado’.

Sobre la posibilidad de vender ETB a manos privadas, dijo: ‘Tenemos una deuda, luego de una emisión de bonos, por unos 530.000 millones de pesos. En caja, tenemos 575.000 millones más 125.000 millones por devolución aprobada de IVA de la Dian, que nos dan un balance muy positivo, si tenemos en cuenta las fuertes inversiones. Y no tenemos pasivo pensional. Triplicamos el valor de la ETB para los socios y los bogotanos.

‘Si se va a manejar seriamente como una empresa privada, bien gestionada, creo que se puede mantener la participación pública. Si no, hay que venderla. Pero venderla bien, que no sea una venta por debajo de la mesa o de papel, sino que le genere valor a Bogotá’, resumió.

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