El avance del OTT en América Latina

La primera parte estuvo a cargo del propio Barlaro y en la segunda habló Jerónimo Macanás, de Accedo, quien se enfocó a la experiencia del usuario (denominada UX en la jerga del negocio) como factor diferenciador entre el éxito y el fracaso de  cada propuesta OTT (Over the Top).

En el inicio, Barlaro retomó datos ya analizados en el Webinar anterior: a fines de 2015 había en Latinoamérica 10,18 millones de suscripciones pagas a plataformas OTT, estimándose que a fines de este año habrá aproximadamente 14,5 millones y a fines de 2021 esta cifra será de 30,40 millones. El total de usuarios alcanzados es mayor por el sistema de las suscripciones compartidas, que permite que hasta cinco personas compartan un mismo código, según el tipo de abono.

Uno de los puntos clave del análisis en esta oportunidad fue la clasificación de los diferentes tipos de OTT en:

*Generalistas, con contenidos de diferentes géneros ,comprendiendo por un lado servicios denominados 'independientes' y por otro lado aquellos 'relacionados con proveedores del servicio', y
*Verticales, con contenidos específicos o "de nicho", que pueden estar dedicados a diferentes grupos de interés humano, como mascotas, comunidades, automóviles, habilidades domésticas, etc. y los dedicados específicamente a deportes o noticias.

Entre los "independientes" figuran iniciativas como HBO (Estados Unidos), Fox+ (México); Ultraflix, de NanoTech Entertainment; y Cinema Uno, de Interactive3, entre otros. Como ejemplos de vinculado a TV paga y telecomunicaciones, se citó a ClaroVideo, Blim, Sky Online y Vivo Play, entre otros. En cuanto a los "verticales", se citaron ejemplos en Estados Unidos, Brasil, UnoTV y ChivasTV en México, WinSports y RTVC en Colombia, Clap Me y Philos TV en Brasil y YaSports en Argentina, entre otros.

A futuro, Dataxis considera que seguirán predominando Netflix, que en 2016 tendría un 56,1% del mercado, y ClaroVideo, con 23,1%, aunque sus cuotas de mercado irán decreciendo hasta sumar cerca de 70% del total dentro de cinco años. Un dato interesantes es que 'más de la mitad de los OTTs en América latina tienen menos de dieciocho meses de operación' y en ese lapso 'han desaparecido un OTT regional y nueve localizados en diferentes países'.

Por su parte, Macanás definió que 'no existe una experiencia de usuario "paradigmática" en la industria' y que 'la mayoría de las propuestas existentes proponen una experiencia del usuario copiada de Netflix', pese a que 'las necesidades de un mismo usuario pueden variar (de un momento a otro) de acuerdo a las circunstancias'. Anotó también como "error" el tratar de trasladar a OTT la experiencia de la TV lineal: 'el OTT debe estar en constante contacto con su usuario'.

Otro de los requisitos esenciales es la optimización de la imagen a múltiples pantallas, de modo que el usuario pueda comenzar, por ejemplo, a ver un contenido en la pantalla de una tablet o computadora, y seguirlo luego en su smartphone, sin sentirse afectado por una pérdida de calidad'. También se refirió al "overchoice" (exceso de opciones disponibles) como una circunstancia que disminuye --en lugar de aumentar-- el interés del usuario potencial por sintonizar un contenido, cuando no lo tiene totalmente definido.

En el tramo final, caracterizado por un alto número de preguntas por parte de los participantes, se afirmó que, pese a la gran cantidad de nuevas iniciativas que están surgiendo, 'no están apareciendo modelos disruptivos' y, por el contrario, 'hay terreno para crecer en video lineal', es decir, utilizar una plataforma OTT para transmitir contenido pre-programado, con lo cual se ofrecería, a personas no suscriptas a lo que actualmente denominamos "televisión por cable", una experiencia similar a través de Internet.