Convenciones

Para los cableoperadores, es renovarse o perecer

27-03-2017
La edición 2017 de Punta Show, realizada esta vez por grupo Isos en Montevideo, dejó un claro mensaje: los cableoperadores deben adaptarse a los gustos del público joven, que prefiere contenidos individuales a la TV lineal, o estarán expuestos a la decadencia, tal vez a la desaparición.

El mensaje es también válido para la industria de la TV paga lineal en el resto de la región, desde Felipe de Stefani, de Turner, con brillante argumentación, hasta Ariel Barlaro, de Dataxis, con datos sobre la evolución de los OTTs, y Fabio Baudo, con las ventajas e inconvenientes de los sistemas locales de cable, hubo consenso en la necesidad de brindar contenidos en cualquier lugar y cualquier momento, pero además con condiciones de cercanía --real o virtual-- y emoción, para retener o reconquistar al público menor de 35 años, los llamados millennials, y en especial a los niños, 'que no entienden por qué deben esperar a una cierta hora para ver un programa', como dijo de Stefani, y que 'consideran a los canales de televisión como una especie de "curatura" (exposición armada por alguien) de contenidos'. Baudo puso como "ventaja" para los cableoperadores el tener más de veinte años en la actividad, pero esto podría a la vez encabezar la lista de las "desventajas": los veteranos tienden a seguir haciendo las cosas como antes, lo cual, según la célebre frase de Einstein, garantiza que no habrá resultados diferentes.

La reunión de CUTA, entidad que agrupa a los cableoperadores uruguayos, y la conjunta de los cableoperadores Pyme de Uruguay, Paraguay y Argentina (CUTA, ACIP y CACPY) son pasos en la dirección correcta, en una actividad donde 'la escala es importante' y es indispensable una acción conjunta para una creciente variedad de actividades, desde la gestión ante las autoridades --y la telco estatal Antel, en el caso de Uruguay, por el tema Internet-- hasta la negociación con los proveedores de contenidos, donde la cantidad de suscriptores que se negocia tiene importancia sobre los precios puestos sobre la mesa.

La supervivencia será trabajosa: al igual que se viera hace un par semanas en Andina Link con los cableoperadores colombianos, el canal local --una gran ventaja competitiva frente a la DTH y los MSOs omnipresentes-- es vista como 'mucho trabajo' por la mayoría de los consultados, herencia de la época en que la TV paga era un negocio inmobiliario, donde se llegaba a tantos hogares y había tantas "casas pasadas" por la red. Bastaba con que una de cada tres casas estuviera suscripta para que fuera buen negocio.

Los smartphones cambiaron el panorama, disgregaron a la familia y ahora hay que buscar a los consumidores uno por uno, estén donde estén. Además, el snack viewing (sintonía por períodos cortos, varias veces al día) y las pantallas chicas desalentaron el consumo de contenidos largos (excepto en YouTube) y privilegiaron los de dos, tres, hasta cinco minutos, que la TV paga lineal no ofrece... por ahora. Encima de todo esto, la enorme variedad de contenidos en la Web hace que un espectador promedio no soporta más de dos a tres segundos de sintonía, a menos que le produzca algún tipo de emoción --sea amor, odio, curiosidad o cualquiera de sus variantes y complementos-- antes de saltar a otra cosa o dedicarse a WhatsApp, Snapchat o Instagram, que nunca defraudan en este sentido.

Punta Show tuvo también la presencia de creativos audiovisuales, con al menos dos sesiones dedicadas a quienes desarrollan video o televisión a nivel local. Y pudo verse en la pantalla del ballroom del Radisson Montevideo Hotel, sede del encuentro, una serie de muestras de su actividad. Pero muchos de los videos exhibidos a los asistentes produjeron una sensación disruptiva: al igual que los programas de muchas señales de cable locales --no las producidas por los grandes proveedores de contenidos-- eran lentos, con una dinámica de cine en lugar del ritmo necesario para televisión. Tal vez porque para muchos creativos independientes la meta sea producir largometrajes cinematográficos, no contenidos para millennials. Si ello es así, estuvieron en el lugar equivocado.

Punta Show 2017 deja un desafío con pautas claras: los cableoperadores y quienes proveen la programación de la TV lineal tienen necesariamente que producir contenidos para el público joven. La TV lineal no va a desaparecer, hubo consenso en ello, pero sufrirá el éxodo de los anunciantes --una de sus dos fuentes de ingreso-- si no lo logran, y los canales comerciales sufrirán crisis. De una labor conjunta entre programadores y cableoperadores dependerá que esto no suceda.

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