Carlos Wasserman realizó la primera Jornada de Emprendedores Audiovisuales

‘Inicié mi camino en la industria en 2010, cuando me asocié a un director uruguayo para trabajar en mi primer proyecto audiovisual, una serie que llamamos Luxo.  Creamos un equipo de trabajo y buscamos un cast. En ese momento pensamos que teníamos todo resulto, pero a la hora de salir a posicionar el producto en el mercado no corrimos con la misma suerte’, comenzó a relatar Carlos y contó que, pese no haber podido cerrar la venta de la serie, fue la ‘puerta de entrada’ para  trabajar en uno de los éxitos más recientes de Fox: Cumbia Ninja. Desde entonces ha desarrollado proyectos para Ecuador y se encuentra trabajando en un formato junto a W Studios para el US Hispanic.

‘En el proceso aprendí tres lecciones: “el éxito y el fracaso son dos impostores”, como decía el escritor Jorge Luis Borges; la perseverancia, la paciencia y el hacer con el conocimiento indicado son fundamentales, y entendí más sobre la visión de la industria y aquellos ejecutivos que toman decisiones’, dijo y agregó: ‘Uno de los objetivos de la jornada es mostrar al negocio como parte fundamental también del proceso creativo y des-demonizar dicho negocio. El autor siempre piensa que su idea es válida, pero es necesario comprender más sobre el ecosistema de negocios para que esa idea viaje’.

Por su parte, los participantes hicieron un breve resumen de su trayectoria y evolución en las diversas empresas por las que transitaron, incluyendo desde señales de TV paga, abierta a productoras/distribuidoras, todos con algunos puntos en común en sus relatos: la pasión por la industria de medios, la perseverancia a la hora de postularse o buscar un nuevo camino, y la decisión de seguir avanzando a nuevos desafíos sin importar cuán asentados estuvieran en sus respectivas posiciones.

En cuanto a la industria per se, tanto Ezequiel como Michelle y Raúl señalaron la importancia de conocer el ecosistema de medios así como el propio producto y los ejecutivos con los que se está negociando. ‘Todo se divide en ventanas, y es cada vez más entender qué necesita el otro y estar también atento a qué no necesita, para optimizar tiempo pero también para fidelizar una relación. Uno se vuelve casi un consultor’, comentó Olzanski.

‘Durante los últimos años las variantes en distribución se ha multiplicado y complejizado con la aparición de las nuevas plataformas, y también se ha cambiado la forma en que se piensa un contenido. La industria está muy atomizada y ya no se hace un producto pensando solo en el mercado local, sino se busca su potencial global’, señaló Raúl Slonimsky, y agregó que ‘las tendencias son una moda cíclica, donde un género puede tener éxito, luego disminuir y resurgir en un futuro’. 

‘Lo más difícil es el ventaneo, es decir sacar el mayor rédito posible de tu contenido’, complementó Ezequiel, mientras que Michelle hizo hincapié en ‘pensar cuando se hace el contenido en para qué sirve y en la necesidad del negocio internacional a la hora recuperar la inversión del producto’. Además, la ejecutiva de Kuarzo Entertainment identificó dos momentos disruptivos en la distribución de contenido:

Por un lado, la expansión de los formatos en 2006, ganando terreno sobre la lata, y llevando a mercados como Turquía a ganar know how de cómo desarrollar sus propios contenidos, y por el otro, la aparición de servicios de VOD como Netflix.  ‘Hoy en día, no hay contenidos que no se piensen en multiplataforma, pero hay que saber cuáles son aptos para qué pantalla’, remarcó. 

‘Estamos viviendo un proceso de cambio muy fuerte en la industria de contenido. Las pantallas cada vez son más y hay pocos formatos novedosos. Es el momento de apostar y crear cosas nuevas’, finalizó Slonimsky.