Para apagón analógico, Brasil distribuirá 10 millones de decodificadores

México había comenzado con esta estrategia en 2012, cuando distribuyó decodificadores en Tijuana como prueba piloto durante el gobierno de Felipe Calderón. El gobierno de Enrique Peña Nieto, en cambio, decidió regalar receptores de televisión —a un costo mayor— y ahora enfrenta restricciones de presupuesto para poder cumplir con todos los inscriptos en los programas de Sedesol.

La estrategia brasileña para el apagón analógico viene siendo mucho más contemplativa hacia quienes no disponen del dinero para comprar un decodificador para poder sintonizar TV digital cuando cesen las transmisiones analógicas. Pese a haber comenzado el proceso en 2008, cuatro años antes que en México, el “apagón” a nivel nacional en Brasil acontecería en 2018 y se piensa conservar señales satelitales analógicas para los millones de hogares que hoy reciben los canales de aire por esa vía, debido a dificultades en la recepción de las señales terrestres aún en zonas urbanas.

En México, el gobierno parece considerar aceptable que un 10% de la población quede sin poder recibir televisión de aire el 1º de enero de 2016. Las restricciones presupuestarias —surgidas de la baja en precio del el petróleo que Mexico exporta— llevarían a que el porcentaje sea mayor, resultando en más de dos millones de hogares según la confrontación de datos de Sedesol con el instituto oficial de estadisticas INEGI.

Otra diferencia entre Brasil y México es que parte de la inversión que deben realizar las emisoras de aire para convertirse totalmente a TV digital será costeada por las telcos que obtendrán el uso de las frecuencias del espectro que dejará libres la TV analógica. Y, Brasil parecería estar abandonando la noción de que la TV sea “interactiva” —obtención de datos por Internet— para reducir el costo de los decodificadores a regalar. En México, si bien se dijo en primera instancia que uno de los objetivos de regalar televisores era permitir el acceso a Internet a través de los mismos, analistas locales afirman que los aparatos carecen del dispositivo necesario para conectarse a la Red. La presidente Dilma Rousseff, durante su primer mandato, también sostuvo este objetivo como una de las metas de la conversión de la TV a digital.

Un problema adicional que podría presentarse y que también está comenzando a preocupar a los técnicos en Argentina, es la posible interferencia entre las comunicaciones de telefonía 4G y las de televisión digital terrestre (TDT).