Televisión

WBD: Cuando el Streaming se hace política

10-12-2025
Lo que hasta ahora hemos conocido como el negocio de los contenidos audiovisuales está sufriendo una nueva transformación en estos últimos días, cuando los activos de Warner Bros Discovery pasaron de ser un tema de la industria del entretenimiento a un tema de política, y hasta de Estado.

Esto sucedió cuando el control de esta empresa, sucesora de los estudios Warner Bros de Hollywood y de Discovery, que entre sus activos tiene el muy valorado catálogo HBO pero también el canal de noticias de cable CNN, pasó a ser un tema de lucha financiera entre Netflix y el grupo financiero Paramount Skydance, que ya controla los activos de lo que fue el estudio Paramount y el otrora importante grupo de medios Viacom.

Netflix tenía establecida una oferta de 82.700 millones de dólares por la parte de streaming de WBD y Skydance está ofreciendo alrededor de 108.400 millones por todo el conjunto. Son cifras astronómicas  considerando que Discovery le pagó en su momento 40.000 millones a la telco ATT para quedarse con Warner Bros.

Skydance interviene con nada menos que el apoyo de Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos y amigo personal de David Ellison, CEO del conglomerado. El tema cobra importancia porque, por su magnitud, el acuerdo que se imponga necesitará la aprobación gubernamental para poder efectivizarse. El presidente Trump ha manifestado públicamente que la adquisición de WBD por parte de Netflix plantearía problemas en cuanto a la competencia en el mercado de streaming. 

Fuentes cercanas a Skydance afirman que se enviaron seis propuestas en los últimos tiempos, sin recibir respuesta de Warner Bros Discovery, y ahora la está planteando la actual a sus accionistas y el directorio  de WBD. Entre sus argumentos figura que la unión de Skydance con WBD constituiría una fuerza capaz de competir con la propia Netflix, así como con Disney y Amazon.

El fondo de la cuestión es que los ingresos de la industria por el negocio del streaming no han sido suficientes para llenar las expectativas de las empresas actualmente en competencia. La dispersión de lanzamientos entre al menos seis empresas principales genera frustración en los suscritores, por no poder éstos encontrar títulos que le resulten atractivos. A la vez,  cambiar de servicio tampoco es una solución.

Por otra parte, las actuales valuaciones financieras de las empresas no reflejan su verdadera capacidad de generar utilidades, y los montos necesarios para las adquisiciones son obtenidos mediante préstamos bancarios o inversores provenientes de otros rubros. En estas condiciones, la paciencia de estos inversores podría agotarse y generar una crisis en el lanzamiento de nuevos productos -tal como sucedió en la pandemia y por las huelgas de guionistas y actores-, lo cual complicaría aún más la situación.

La industria de entretenimiento digital sigue con ansiedad las alternativas de esta puja, desde que su desenlace influirá indudablemente en el futuro de todo el mercado, que aún no ha logrado restablecer un equilibrio y volver a la rentabilidad que tuvo hasta la pandemia Covid a partir de 2019.

 

MS

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